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Película francesa dirigida por Phillipe Loiret, cuenta una sencilla historia de Camille (Anne Consigny), la cual llega a la isla de Ouessant, lugar en el que nació, para ocuparse de la venta de la casa de su familia, sin embargo descubrirá un secreto que se ocultaba entre las cuatro paredes de la vieja casa. La historia, transcurridas un par de décadas atrás, trata de la llegada a la isla de Antoine (Gregory Deràngere) un joven reservista de guerra quien, debido a su mano magullada, pide realizar el servicio de farero en dicha isla, uno de los lugares más peligrosos. La llegada de Antoine no será bien recibida por el pueblo, con la excepción de Mabé (Sandrien Bonnaire) bastante reacio a admitir gentes llegadas de otros sitios. El film, cuenta con sencillez y sutilidad las andanzas del atormentado Antoine y sus dificultades para encajar en la pequeña comunidad, así como sus dudas y remordimientos por la atracción que siente hacia Mabé, la mujer de su compañero Yvon (Phillippe Torreton). Loiret realiza un film que habla de personas con cara, piel, ojos y sentimientos, y con gran sutilidad va sugiriendo aspectos íntimos que guardan los personajes, sobretodo el personaje principal, del cual hasta el final no sabremos la verdadera causa de que quedara tullido en una mano. Amistad, secretos, convivencia, inadaptación, todos estos aspectos se van tratando en un pasaje natural bastante indómito y tormentoso que viene a reflejar el estado interno de todos los personajes que intervienen en la película. Sin duda este film es uno de los exponentes típicos del cine francés, el cual sin artificios, habla al espectador de tú a tú.(Crítica de Manulynk en filmaffinity)
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