El gran Lebowski es una película estadounidense escrita y dirigida por Joel y Ethan Coen lanzada en 1998. Está protagonizada por Jeff Bridges, John Goodman, Steve Buscemi y Julianne Moore.
La película, conocida por la idiosincrasia de sus personajes, las secuencias de sueños surrealistas, por sus diálogos poco convencionales y su ecléctica banda sonora, se ha transformado en una clásica película de culto, llamada "la primera película de culto de la era de internet".
La película, conocida por la idiosincrasia de sus personajes, las secuencias de sueños surrealistas, por sus diálogos poco convencionales y su ecléctica banda sonora, se ha transformado en una clásica película de culto, llamada "la primera película de culto de la era de internet".
Su humor es inteligente y tiene muchos niveles, por lo que su revisionado no la perjudica, sino que la mejora cada vez más al encontrar referencias a todo; desde la guerra de Vietnam y el tecno alemán al arte moderno. Su banda sonora es también excepcional, los temas se adaptan perfectamente a las escenas y su montaje, con escenas oníricas muy divertidas y con algunas escenas geniales en su desarrollo; por ejemplo la de la presentación del personaje de Jesús (John Turturro) o la aparición de Maude Lebowsky (Julianne Moore).
La película mantiene el halo de misterio y thriller pese a los diálogos surrealistas y la trama se va revelando poco a poco, con el guión dando continuos giros, pero sin que este se resienta ya que están muy bien elaborados a diferencia de otros thrillers. Todos los actores mantienen un nivel genial, pero para muchos la estrella es John Goodman y su personaje de Walter, que genera las líneas de diálogo mas divertidas y las situaciones mas bizarras con esa actitud cerril y violenta que le caracteriza, no sin perder dimensión humana y ser realmente entrañable.
Es en definitiva una película indispensable y perfecta para adentrarse en el universo de los Coen.
La película mantiene el halo de misterio y thriller pese a los diálogos surrealistas y la trama se va revelando poco a poco, con el guión dando continuos giros, pero sin que este se resienta ya que están muy bien elaborados a diferencia de otros thrillers. Todos los actores mantienen un nivel genial, pero para muchos la estrella es John Goodman y su personaje de Walter, que genera las líneas de diálogo mas divertidas y las situaciones mas bizarras con esa actitud cerril y violenta que le caracteriza, no sin perder dimensión humana y ser realmente entrañable.
Es en definitiva una película indispensable y perfecta para adentrarse en el universo de los Coen.
¡Ah!, y comentar que uno de los nihilistas es Flea, el bajista de Red Hot Chili Peepers.
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