Un film que muestra una gran dosis de violencia como solo Kubrick sabe rodar (junto con Peckinpah los que mejor han sabido retratar la violencia en el cine), quizás el film hoy en dia no sorprenda por su violencia, para mi el punto débil de la película es que no ha sabido envejecer bien, su estética setentera y sus colorines made in Kubrick, dan cuenta de ello, aunque quizás también la hagan especial. Alex es un joven muy agresivo con dos pasiones: la ultraviolencia y Beethoven. Al frente de su banda, los drugos, los jóvenes descargan sus instintos más violentos pegando, violando y aterrorizando a la población. El film es una maravilla, su visionado produce innumerables sensaciones, la violencia al compás de Beethoven, una genialidad, con una música que acompaña perfectamente a la trama, agobiante, una dirección impecable y una actuación de Malcom McDowel espectacular. La violencia y la impotencia humana es hecha arte en esta película que ha se ha situado en un espacio atemporal; perdura, vive, sobrecoge y en ciertos momentos te hace dibujar una estúpida sonrisa en la cara, no porque sea divertido lo que ves, sino porque eres consciente de que lo que estás viendo es único, genial, obra de un genio y que será recordada como tal. Una película llena de odio hacia el estado y una incesante ironía y sarcasmo frente a la ultraviolencia y la vida. Única, irrepetible y predecesora de muchas otras. Transgresora a más no poder, completa en todos los sentidos, y cargada de reflexión. La naranja mecánica es una obra maestra, dentro de la filmografía de un maestro singular, Kubrick consiguió contagiarnos su visión pesimista del futuro. En ninguna otra de sus obras, el director mostró una sociedad tan cínica y falsa.
Texto extraído de http://cinefilia.bloxus.com/historias/7327
1 comentario:
La vi el sabado despues de 20 años o asi de verla por primera vez, y las sensaciones que recuerdo son las mismas que senti. !TREMENDA!
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